sábado, julio 30

Síndrome post-traumático del príncipe azul.

Todas las mujeres desde que nacemos estamos destinadas al amor, de la manera que sea este se manifiesta y se impregna en nuestros poros hasta que desaparecemos en el último respiro.
Desde pequeña he visto los cuentos de hadas y he imaginado que algún día la afortunada protagonista seré yo.
Hoy que conozco la verdad de la vida, de las personas, de los hombres; odio con todo mi ser a cenicienta, blanca nieves, la bella durmiente, etc. todas esas que me hicieron creer que el príncipe azul siempre espera por ti y siempre será todo lo que sueñas.
Me aburrí de creer en cuentos, historias, mentiras. mercancía barata de Disney. La vida en blanco y negro, gris y tonalidades es la de verdad, no la que fabriqué en mis sueños alguna vez.

Para mañana solo espero respirar y dejar atrás esta estúpida sensación de no tener nada cuando e verdad puede que tenga más de lo que pido.

sábado, julio 16

Mil años

Hace algunas décadas una mujer dejó atrás un vida fácil, cómoda, sencilla cuyos únicos dolores giraban en torno a la falta de amor. Siempre se quejaba de no saber por qué nadie correspondía al amor que tenía en su interior y día a día se ahogaba en la angustia que se reflejaba en su espejo.
Cierto día cuando ya no había mucho que esperar, llegó a su vida un pequeño ángel lleno de luz y de amor infinito, ese que solo es posible ver en la películas, ese que se manifiesta tan solo con una mirada. Satisfecha en este gran encuentro pensaba que su vida por fin había tomado el rumbo que ella tanto anhelaba. Sin embargo, poco a poco comenzó a entender que no era la falta de amor la que producía ese vacío en su vida, si no que era la falta de confianza y de fe en las sabias decisiones presentes en nuestro destino.
Hay que asumir muchas veces que la vida es más fácil desde una burbuja que nos permita defendernos de todo aquello que pueda hacer daño. Pero el costo que se presenta es muy alto, nos podemos convertir en infelices sin siquiera darnos cuenta.